lunes, 13 de diciembre de 2021

Agustín Labrada. La soledad se hizo relámpago

VIENTOS QUE DEJARON SUS CENIZAS


Los vientos dejaron sus cenizas
entre las ramas del ciruelo
un leve otoño descendió
mientras oíamos cruzar viejos navíos
por el océano de un caracol.
 
La tierra se hizo inmensa
a la llegada de noviembre
y en la mirada de los perros
conocimos presagios de ciclones.
 
Un frío antiguo
nos dejó mi padre en la ventana
graznidos a medianoche
confundían el laberinto
                      de una historia
grabada en sus espaldas.
 
Mi abuela abrió sus brazos
su amor (único arroyo)
compartiendo la humilde ronda
aunque afuera girase la tormenta.