No sé
por qué piensas tú,
soldado,
que te odio yo,
si
somos la misma cosa,
yo,
tú.
Tú
eres pobre, lo soy yo;
soy de
abajo, lo eres tú;
¿de
dónde has sacado tú,
soldado,
que te odio yo?
Me
duele que a veces tú
te
olvides de quién soy yo;
caramba,
si yo soy tú,
lo
mismo que tú eres yo.
Pero
no por eso yo
he de
malquererte, tú;
si
somos la misma cosa,
yo,
tú,
no sé
por qué piensas tú,
soldado,
que te odio yo.
Ya nos
veremos yo y tú,
juntos
en la misma calle,
hombro
con hombro, tú y yo,
sin
odios ni yo ni tú,
pero
sabiendo tú y yo,
a
dónde vamos yo y tú...
¡No sé
por qué piensas tú,
soldado,
que te odio yo!
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