lunes, 7 de febrero de 2022

Vicente Aleixandre. Espadas como labios

POEMA DE AMOR

 

Te amo, sueño del viento;

confluyes con mis dedos olvidado del norte

en las dulces mañanas del mundo cabeza abajo

cuando es fácil sonreír porque la lluvia es blanda.

 

En el seno de un río viajar es delicia;

oh peces amigos, decidme el secreto de los ojos abiertos,

de las miradas mías que van a dar en la mar,

sosteniendo las quillas de los barcos lejanos.

 

Yo os amo, viajadores del mundo, los que dormís sobre el agua,

hombres que van a América en busca de sus vestidos,

los que dejan en la playa su desnudez dolida

y sobre las cubiertas del barco atraen el rayo de la luna.

 

Caminar esperando es risueño, es hermoso,

la plata y el oro no han cambiado de fondo,

botan sobre las ondas, sobre el lomo escamado

y hacen música o sueño para los pelos más rubios.

 

Por el fondo de un río mi deseo se marcha

de los pueblos innúmeros que he tenido en las yemas,

esas obscuridades que vestido de negro

he dejado ya lejos dibujadas en espalda.

 

La esperanza es la tierra, es la mejilla,

es un inmenso párpado donde yo sé que existo.

¿Te acuerdas? Para el mundo he nacido una noche

en que era suma y resta la clave de los sueños.

 

Peces, árboles, piedras, corazones, medallas,

sobre vuestras concéntricas ondas, sí, detenidas,

yo me muevo y, si giro, me busco, oh centro, oh centro,

camino, viajadores del mundo, del futuro existente

más allá de los mares, en mis pulsos que laten.
 
 

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