Para Ducho
El jadeo de alguien que trabajaba por fin se ha detenido
convalezco de espaldas en el barro
pero hay que hallar la forma de saber quiénes cómo
encontrar ese rastro que dejamos una vez no sé cuándo
el que lleva hacia el fuego de los hornos
todavía nos guardan hostiles la sombra y el silencio
tú sangras y estás húmeda
a mí me hicieron débil e ignorante
siempre es de noche
alguien espera cerca
demorando la invención del amor porque nos odia
no lo juzgues
es torpe
sin pareja
le duele la cabeza y siente envidia
sólo sabe ser cruel
no le explicaron nunca para quién trabajaba o para qué
tiene un oficio sucio andar con barro construir desdichados
y aunque se sienta un dios es un simple emisario
somos su tentación y tendrá que mirar
recibió órdenes
créeme naceremos
ten confianza
ya nos han condenado
el aliento que entró por tu nariz era el espanto
y quien se aproximó a soplar era la Muerte
entiende esto
jugaremos el juego de un idiota
y hay dos reglas
la primera creer que estamos vivos
la segunda él siempre gana
luego empieza otra vez y así por siempre
no sé bien los detalles desde luego pero no es juego limpio
el idiota hace trampa y se equivoca
su diversión su error consiste en esa idea
de que todo es dolor y no termina
aprenderé de prisa lo prometo
no te avergüences tenemos poco tiempo
todo está por hacer y ésa es nuestra tarea
simular que jugamos
crearlo todo
no puedes verme porque aún no nos mira
yo he desobedecido
con los ojos abiertos estoy reconociéndote porque te conocía
si te describo puedo revelarte el principio del mundo
empiezo a amarte
es mi primera arma
te sé desnuda y tienes mi estatura
tus cabellos son negros
las lágrimas resbalan de tus párpados cerrados y sombríos
ahora me has oído y te cubres los senos con las manos
pero hilos de leche brotan entre tus dedos
tu boca puede hablar y me sonríe
tienes los pies pequeños
te recorren el cuerpo extraños signos dibujados con barro
y con mi sangre
que leeré cuando estemos al resplandor del fuego
son todas las instrucciones necesarias
aquí es de noche ahora aunque siempre es de noche
tú no puedes saberlo todavía
pero estamos de pie vamos hacia los hornos
siento a veces tu mano en las tinieblas
rozándome sin miedo
con amor
quiero decir ya caminamos juntos ya nacimos
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